pensaba hacer una nota más...
quería retar al universo y plantear que de una serie de 12, hubiesen 13 entradas.
el universo nuevamente ganó la partida.
Y también ellos pueden subsistir en memoria, en recuerdo, en narración...
El objetivo de un viaje es solo el inicio de otro viaje.
José Saramago.
Ya casi no estas en mi vida.
Tu espacio lo han ocupado visitantes momentáneos y casuales. Torpemente digo que lo han ocupado, porque en las noches frías, tu eres el único que me calienta... así sea tu recuerdo.
Te recordé, sentada en la estación del autobús mientras anunciaban el ultimo llamado con destino...
Yo no iba a ninguna parte; tampoco esperaba que llegara nadie.
Solo iba a decir adiós.
Empezaba a acostumbrarme a decirlos; me salían con naturalidad, y terminaban siendo sinceros.
Aquel chico se apresuró a tomar su maleta y a levantarse de la silla ...
me miró con esa mirada coqueta que siempre me cautivó. Era uno de los momentáneos al que le había cogido cariño. No podía ser un visitante casual porque había permanecido mucho mas tiempo de lo pronosticado. Y al parecer no quería irse.
Estiró sus brazos para abrazarme.
Yo intente no tropezarme, pero fue inevitable; caí en sus brazos y no pude soltarme.
Extrañaba tus abrazos. Creo que es lo que más extraño de ti.
El chico intentó soltarme sin que el movimiento fuera muy brusco; tampoco pudo hacerlo.
Así que terminamos entrelazados de una manera incomoda, igual que nuestro final.
Debía asegurarme que tomara su autobús; era la forma en que yo sentía que mis tripas volvían a su lugar.
Vi como se alejaba por la ancha avenida; en ese instante me dolió el corazón. No supe porque.
Solo me dolía cuando pensaba que tu en algún momento te marcharías de mi lado. Ese miedo constante que hace que me despierte de madrugada.
Pero él no eres tu. -no quiero que sea tu-. Aún queda misterio en sus ojos, y vivacidad en su voz.
El solo estaría momentáneamente en mi vida; tu lo estarías por siempre.
y ahora solo puedo decir que no creo en tus promesas.
Y tu te vas.
(y yo no quiero seguir escribiendo).
Estiró sus brazos para abrazarme.
Yo intente no tropezarme, pero fue inevitable; caí en sus brazos y no pude soltarme.
Extrañaba tus abrazos. Creo que es lo que más extraño de ti.
El chico intentó soltarme sin que el movimiento fuera muy brusco; tampoco pudo hacerlo.
Así que terminamos entrelazados de una manera incomoda, igual que nuestro final.
Debía asegurarme que tomara su autobús; era la forma en que yo sentía que mis tripas volvían a su lugar.
Vi como se alejaba por la ancha avenida; en ese instante me dolió el corazón. No supe porque.
Solo me dolía cuando pensaba que tu en algún momento te marcharías de mi lado. Ese miedo constante que hace que me despierte de madrugada.
Pero él no eres tu. -no quiero que sea tu-. Aún queda misterio en sus ojos, y vivacidad en su voz.
El solo estaría momentáneamente en mi vida; tu lo estarías por siempre.
y ahora solo puedo decir que no creo en tus promesas.
Y tu te vas.
(y yo no quiero seguir escribiendo).
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