notas de viaje # 9 (conversación con una sirena)

no pensé encontrarte en esta esquina, - me dijo.
yo, que tenia los ojos llenos de lagrimas sonreí a medias, e intente dar una respuesta que sonara convincente.
... he cambiado de ruta, el café que sirven en esta calle me parece estupendo. Ese! justo ese de ahí! (señale hacia el otro lado de la calle con un gesto de emoción).
-ehhhhhh, ok. tendremos que ir una tarde de estas. 
(lo dijo sin ganas; solo por compromiso.... eso sucede cuando conoces tan bien a alguien).
-claro! cuando quieras. (mis gestos casi histéricos revelaban mi incomodidad).
hubo un silencio incomodo, que ella se apresuró a llenar a tropezones....
y él, como ha estado? 
(me miro fijamente por unos segundos y luego, repentinamente bajo la mirada)...
él -dije tomando aire- se embarcó hace unos meses...
llegó ayer.
(intente que las lagrimas no siguieran cayendo sobre mi rostro)
ya sabes como se pone con la vida en tierra firme.
las dos nos encogimos en hombros; hubo un silencio mayor, menos incomodo que el anterior. 
metí mis manos en los bolsillos y recordé porque había tomado esa ruta...
le dije adiós.
mientras me alejaba escuche como empezaba a entonar aquella melodía...
me tape los oídos, y camine de prisa...
esa melodía que él susurra en las noches de insomnio, cuando se para de mi lado y sale a buscarla por la ventana.... 

*Y ellas, más hermosas que nunca, se estiraban, se contoneaban. Desplegaban sus húmedas cabelleras al viento, abrían sus garras acariciando la roca. Ya no pretendían seducir, tan sólo querían atrapar por un momento más el fulgor de los grandes ojos de Ulises.

Kafka.

el silencio de las sirenas.