12.06.2011

notas de viaje # 11 (8760 kilómetros de distancia)


Puse la maleta encima de la cama para guardar las medias y esa pequeña "falda de puta" que habían quedado tiradas en la habitación.
Las recogí una a una, como lo hice con mi dignidad; la cual  se había perdido entre tanto sudor, tanta excitación, tanto deseo reprimido y luego rebosado.
-Siempre hay que salir con dignidad, así salgas sin calzones-
no pude aguantar la risa al decirlo; los instantes de genialidad siempre llegan a mi en situaciones como esta.
Tu seguías dormido plácidamente, así que yo me deslizaba entre el desorden de cables, colillas de tabaco y tazas de café con cautela para no despertarte.
Había sido una noche en la que tu y yo nos esmeramos en decir adiós. No quedó un solo lugar que recorrer entre tanto afán por el tiempo perdido. Adiós a tus dedos de guitarrista que encontraban siempre curvaturas en mi que solo tu sabias que existían. Adiós a mi escrupulosa forma de hacerte feliz con letras que estampaba en tu piel con mis labios humedecidos. Adiós a tu respiración agitada y tibia en mi cuello. Adiós a la fatídica relación entre musa y músico -como te gustaba definirnos.-
Y así nos dijimos adiós... varias veces durante esa noche; esforzándonos en que fuese una despedida sin puntos suspensivos.
...
La maleta estaba lista, y yo, inerte junto a su cuerpo desnudo, miraba al techo tratando de encontrar la forma de despedirme...
Te despertaste y me sujetaste...
-mañana salen aviones?
-si, como todos los días, supongo.
-y si tomas el vuelo de mañana?
...
y todo quedo suspendido en el aire.
8760 kilómetros de distancia.

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